El 75% del empleo que se creará en los próximos años sólo será para cubrir vacantes
Un informe del Ministerio de Empleo destaca que más de la mitad de los contratos son de ocupaciones elementales y de escasa cualificación
Empleo de reposición. Ese es el concepto clave del futuro laboral de Granada. En los próximos años, más de las tres cuartas partes del empleo que se genere en la provincia será para cubrir vacantes, para sustituir a los trabajadores que se jubilen, y no como consecuencia del crecimiento económico. Así lo confirma el último informe del mercado de trabajo de Granada elaborado por el Observatorio de las Ocupaciones del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que concluye que ese empleo de reposición será casi el único 'motor' de crecimiento del mercado de trabajo.
El estudio, de hecho, asegura que las ocupaciones 'jóvenes', las que han surgido en los últimos años y que en muchos casos están estrechamente relacionadas con las nuevas tecnologías, "siendo importantes, van a tener un peso limitado en lo referente a la creación de empleo". ¿El motivo? Que en la mayoría de las ocupaciones de esos nuevos nichos económicos juega "un papel decisivo" la automatización de tareas, "lo cual limita el número de personas que va a encontrar trabajo en ellas".
La conclusión obvia es que son los sectores tradicionales, los que ya predominan en el mercado laboral granadino, los que serán responsables de la creación de empleo en Granada. Tanto es así que el informe asegura que, puesto que en la provincia "no hay un sector exportador sólido y fuerte ni tampoco otros sectores que se presenten como alternativa clara al sector constructor", es "difícil vislumbrar un repunte sostenido del conjunto de la actividad económica y del empleo si el sector constructor no toca fondo". Las previsiones, por tanto, no son muy optimistas, ya que el Observatorio indica en su estudio -referente al año 2013- que todos los indicadores "revelan que estamos ante un sector deprimido y que puede tardar muchos años en volver a niveles anteriores a la burbuja inmobiliaria".
Si la construcción no es una opción a corto y medio plazo, las nuevas tecnologías tienen una capacidad relativa de creación de empleo y la industria no es una opción, ¿qué queda? El sector servicios, por supuesto, y el agrario. El informe del Observatorio de las Ocupaciones revela que en el año 2013 se ha producido un "despegue" de las cifras de contratación (los 394.971 contratos firmados supusieron un 8,9% más que el año anterior, cuando se formalizaron en la provincia 362.681), fundamentalmente por las buenas cifras del sector servicios (203.121 contratos, un 6,2% más) y el comportamiento del empleo agrario (141.812 contrataciones, un 11,5% más).
De hecho, es el campo granadino el que mejor evolución ha registrado en los años de la crisis. En el periodo 2009-2013, el sector agrario ha registrado un aumento de la contratación del 28,3%, hasta representar un 35,9% del total de los contratos realizados el año pasado, frente al 27,6% del año 2008.
Este hecho está muy relacionado con otra de las conclusiones más significativas del estudio del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Las ocupaciones elementales y sin cualificación, principalmente relacionadas con el sector agrario, representan un 52% del total de los contratos realizados en el año 2013. De los 394.971 contratos que se firmaron el año pasado, 205.541 corresponden a esas ocupaciones elementales (peones agrícolas, personal de limpieza, peones de obras públicas y empleados de servicios de comidas y bebidas), mientras que otro 20,7% de las contrataciones (81.965) son para camareros y cocineros asalariados, dependientes de comercios y trabajadores de cuidados personales a domicilio.
Por el contrario, sólo se formalizaron en Granada 499 contratos de directores y gerentes (un 0,1%); 14.896 a técnicos y profesionales científicos e intelectuales (3,8%); 17.076 a técnicos y profesionales de apoyo (4,3%); 15.262 a empleados contables, administrativos y otros empleados de oficina (3,9%); 12.271 a trabajadores cualificados del sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero (3,1%); 28.590 a trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y de la construcción (7,2%); y 18.851 a operadores de instalaciones y maquinaria y montadores (4,8%).
El informe, además, destaca el "deterioro progresivo" de la calidad de las ocupaciones que se han contratado en Granada en la última década, en la que "han ganado peso las ocupaciones más elementales en detrimento de otras que exigen un nivel de cualificación más alto". Mientras que en 2013 el 52,1% de los contratos corresponde a ocupaciones básicos, en 2004 el peso de estas ocupaciones era de apenas un 32,9%. En nueve años, el peso de los empleos con baja cualificación ha crecido casi veinte puntos porcentuales. "La escasa cualificación requerida para casi la totalidad de las contrataciones está en consonancia con el escaso peso de la industria en el tejido económico provincial", concluye el estudio.
Sin embargo, el informe destaca que el hecho de que haya aumentado la contratación en estos sectores "no ha venido acompañado de un descenso del peso de ese grupo en las cifras del paro". Una de las explicaciones que ofrece el Observatorio de las Ocupaciones es que el mayor peso de la contratación en esos grupos ocupacionales han atraído buena parte de la demanda de empleo procedente del sector de la construcción tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, pero no han sido capaz de absorberla.
La evolución de la capacidad de generación de empleo de las distintas ocupaciones ha determinado el perfil de las personas contratadas. En lo referente al nivel formativo, el estudio destaca que los contratos que se han realizado en Granada a personas con un nivel de formación universitaria representan apenas un 7,8% del total, mientras que los contratos a personas sin estudios o con estudios básicos y medios representan un 91,8%.
El estudio, de hecho, asegura que las ocupaciones 'jóvenes', las que han surgido en los últimos años y que en muchos casos están estrechamente relacionadas con las nuevas tecnologías, "siendo importantes, van a tener un peso limitado en lo referente a la creación de empleo". ¿El motivo? Que en la mayoría de las ocupaciones de esos nuevos nichos económicos juega "un papel decisivo" la automatización de tareas, "lo cual limita el número de personas que va a encontrar trabajo en ellas".
La conclusión obvia es que son los sectores tradicionales, los que ya predominan en el mercado laboral granadino, los que serán responsables de la creación de empleo en Granada. Tanto es así que el informe asegura que, puesto que en la provincia "no hay un sector exportador sólido y fuerte ni tampoco otros sectores que se presenten como alternativa clara al sector constructor", es "difícil vislumbrar un repunte sostenido del conjunto de la actividad económica y del empleo si el sector constructor no toca fondo". Las previsiones, por tanto, no son muy optimistas, ya que el Observatorio indica en su estudio -referente al año 2013- que todos los indicadores "revelan que estamos ante un sector deprimido y que puede tardar muchos años en volver a niveles anteriores a la burbuja inmobiliaria".
Si la construcción no es una opción a corto y medio plazo, las nuevas tecnologías tienen una capacidad relativa de creación de empleo y la industria no es una opción, ¿qué queda? El sector servicios, por supuesto, y el agrario. El informe del Observatorio de las Ocupaciones revela que en el año 2013 se ha producido un "despegue" de las cifras de contratación (los 394.971 contratos firmados supusieron un 8,9% más que el año anterior, cuando se formalizaron en la provincia 362.681), fundamentalmente por las buenas cifras del sector servicios (203.121 contratos, un 6,2% más) y el comportamiento del empleo agrario (141.812 contrataciones, un 11,5% más).
De hecho, es el campo granadino el que mejor evolución ha registrado en los años de la crisis. En el periodo 2009-2013, el sector agrario ha registrado un aumento de la contratación del 28,3%, hasta representar un 35,9% del total de los contratos realizados el año pasado, frente al 27,6% del año 2008.
Este hecho está muy relacionado con otra de las conclusiones más significativas del estudio del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Las ocupaciones elementales y sin cualificación, principalmente relacionadas con el sector agrario, representan un 52% del total de los contratos realizados en el año 2013. De los 394.971 contratos que se firmaron el año pasado, 205.541 corresponden a esas ocupaciones elementales (peones agrícolas, personal de limpieza, peones de obras públicas y empleados de servicios de comidas y bebidas), mientras que otro 20,7% de las contrataciones (81.965) son para camareros y cocineros asalariados, dependientes de comercios y trabajadores de cuidados personales a domicilio.
Por el contrario, sólo se formalizaron en Granada 499 contratos de directores y gerentes (un 0,1%); 14.896 a técnicos y profesionales científicos e intelectuales (3,8%); 17.076 a técnicos y profesionales de apoyo (4,3%); 15.262 a empleados contables, administrativos y otros empleados de oficina (3,9%); 12.271 a trabajadores cualificados del sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero (3,1%); 28.590 a trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y de la construcción (7,2%); y 18.851 a operadores de instalaciones y maquinaria y montadores (4,8%).
El informe, además, destaca el "deterioro progresivo" de la calidad de las ocupaciones que se han contratado en Granada en la última década, en la que "han ganado peso las ocupaciones más elementales en detrimento de otras que exigen un nivel de cualificación más alto". Mientras que en 2013 el 52,1% de los contratos corresponde a ocupaciones básicos, en 2004 el peso de estas ocupaciones era de apenas un 32,9%. En nueve años, el peso de los empleos con baja cualificación ha crecido casi veinte puntos porcentuales. "La escasa cualificación requerida para casi la totalidad de las contrataciones está en consonancia con el escaso peso de la industria en el tejido económico provincial", concluye el estudio.
Sin embargo, el informe destaca que el hecho de que haya aumentado la contratación en estos sectores "no ha venido acompañado de un descenso del peso de ese grupo en las cifras del paro". Una de las explicaciones que ofrece el Observatorio de las Ocupaciones es que el mayor peso de la contratación en esos grupos ocupacionales han atraído buena parte de la demanda de empleo procedente del sector de la construcción tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, pero no han sido capaz de absorberla.
La evolución de la capacidad de generación de empleo de las distintas ocupaciones ha determinado el perfil de las personas contratadas. En lo referente al nivel formativo, el estudio destaca que los contratos que se han realizado en Granada a personas con un nivel de formación universitaria representan apenas un 7,8% del total, mientras que los contratos a personas sin estudios o con estudios básicos y medios representan un 91,8%.
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